domingo, 16 de noviembre de 2008

Quepay: De Arequipa con amor


Domingo a la hora del almuerzo. Hace su hambre. La Piccolina, repleta; Il Pomodoro, solo con reserva. No quedaba otra que ir donde uno es socio vitalicio y siempre tiene una mesa: Pizza Raul.Benavides, cuadra 45, pasando el Trigal, una pizarrita puso todo en camara lenta, la vista se nubló y solo podía leer una cosa: ADOBO AREQUIPEÑO. A un paso del cubil felino y nunca lo habíamos visto. Cual meteoro apliqué el turbo y prácticamente salté del carril.








Quepay, pequeño pero acogedor. Doña Rosa salió a recibirnos, y casi ya desfalleciendo musité: ADOBO. Después, no recuerdo más. La vida pasó frente a mis ojos, corriendo calatito por el Misti, entalcado en sillar, con mi chullo al viento, silbando la canción del FRENATRACA... Aguanta, yo nací en Lima y recien conocí Arequipa a los 20 años. ¿Habrán sido los caramelos de coca que nos invitó la tía Rosa?


Humeante y generoso, en plato sopero, como al Señor le gusta.Tuvieron que pasar 7 años para volver a encontrarme cara a cara con este noble manjar. Aunque podría haber sido crocante, el pan cumplió su digna misión. ¿Y de tomar? Kola Escocesa, Energina o Socosani, chúpate esa, Coca Cola.


Mientras yo honraba la memoria de este heroico lechón que murio por una causa justa, saltaban frente a mis ojos chocolates, alfajores, mermeladas, cocaditas y todo tipo de delicias sureñas.Ya que estábamos, cómo negarse a un solterito. Colorido, refrescante y picoso, colmó las espectactivas e hizo las veces de bajativo. El local, aunque de espacio reducido, está bien decorado y la atención ayuda a sentirse como en casa. El precio más que justo y aceptan tarjetas de crédito si estás misión.



Amigo filoso, si está por el barrio no lo dude, Quepay pone. 'Cha que rico.

sábado, 11 de octubre de 2008

Habla, filoso

Hay gente que se apasiona por los carros y se pasa la vida coleccionando Mecánica Popular. Otros, se afanan por el deporte, y duermen haciendo la cola para entrar al estadio. También están los que aman el surf y son capaces de nadar en un mar helado a las cuatro de la mañana. Y qué decir de los fanáticos del Play Station que se quedan sin dormir hasta pasar al siguiente nivel. A nosotros nos encanta la comida y nos pasamos la vida comiendo.Buscamos día y noche esos huecos que pasan desapercibidos para los demás mortales. Papa rellena en el centro, Pachamanca en Huachipa, huariques, lugares fashion, caretillas: no le tememos a nada. Somos sobrinos de la Tía Poison y nuestro padrino es nada menos que el mítico Tío Grasa.Todos los sábados (y demás ocasiones, cualquier pretexto es bueno) partimos desde un oscuro pasaje de Miraflores. Nuestra misión es encontrar los lugarcitos más sabrosos y recomendártelos..... a tí, que eres igual que nosotros, que en este momento te brillan los ojos y que sentiste un hilo de baba recorriendo tu mejilla al recordar a tu causa el Tío Vísceras (el de la pancita y el rachi parado, ahumándote mientras esperabas el Chamita de toda la vida). No, no mires al costado sabes que eres tú.Alucinamos con tener una aventura con Gastón, nos afanaría gorrear jamaica con el Gordo Gonzales, somos capaces de hacerle la taba a Fernandini, rascar el concolón de la olla de Don Cucho y por último (qué triste, ¿no?) hacer un Cusí-Cusá con Don Pedrito. Digánme si esto no es amor.Te invitamos a que compartas nuestra pasión. Seremos la luz que guíe tus pasos hacia sabores que superen la imaginación.Chapa tu Bismutol y a leer, chanchito.....